A partir de los años 60 comienza la transformación estética de la Hermandad, por lo que se fue renovando el patrimonio procesional de forma progresiva. Estos trabajos se realizaron bajo diseño de Juan Casielles del Nido y se debieron a los Talleres de Orfebrería de Villarreal (Sevilla) y los bordados a Leopoldo Padilla Vic (Sevilla).
Las últimas insignias son obra del taller de Manuel Mendoza y Salvador Aguilar (Málaga).